A partir de este apartado vamos a tratar algunas técnicas de Tai-Jitsu, para responder ante un intento de agresión con arma blanca (bastón, palo corto, porra, cuchillo, navaja, etc.).

En esta ocasión el agresor pretende golpear nuestra cabeza con un palo describiendo un golpe circular interior, es decir, desde la parte frontal de su cuerpo hacia el exterior .

     Como en ocasiones anteriores, el primer movimiento a realizar es colocarse en la “zona de seguridad” para evitar la trayectoria frontal del arma. Hay que destacar que en el caso de defensa contra armas es muy importante no perder nunca de vista el arma del agresor, así como todo control que se realice sobre la misma. Al mismo tiempo que nos desplazamos,  protegeremos nuestro cuerpo con los antebrazos .

     Con nuestra mano derecha seguiremos describiendo el movimiento circular que el agresor venía  realizando con su mano derecha (la que porta el palo), de modo que nuestra mano quede finalmente agarrando su muñeca, para mantener su brazo extendido y su codo derecho tocando nuestra cadera. De esta manera conseguiremos luxar su brazo. Al mismo tiempo estiraremos nuestro brazo izquierdo para empujar hacia detrás (con nuestro codo) su cara, barbilla o nariz.

     Para aumentar el dolor producido por la luxación, que mantenemos sobre el brazo derecho del agresor, realizaremos un pequeño giro de su muñeca con nuestra mano derecha (como si se diese gas al acelerador de una moto). El agresor soltará el arma como consecuencia del dolor producido. Al mismo tiempo, para proceder a controlarlo, envolveremos su cuello con nuestro brazo izquierdo, de modo que nuestro antebrazo se clave en las cervicales del agresor. De este modo podemos “conducir” al agresor si es necesario.

     Una vez controlado, podemos inmovilizarlo para esperar la ayuda de otras personas o la llegada de los cuerpos de seguridad pertinentes, que se harán cargo de la custodia del agresor. Para ello lo único que tendremos que hacer es retroceder nuestra pierna derecha para apoyar la rodilla en el suelo, al tiempo que colocamos nuestra rodilla izquierda sobre la zona lumbar del agresor. También presionamos con nuestro antebrazo izquierdo las vértebras cervicales del agresor hacia arriba.

Página Principal